sábado, 27 de noviembre de 2010

Irredeemable, de Mark Waid

Irredeemable (pronunciado /'ɪrɪ'di:məbəl/, que no fui capaz de leerlo en el último número de El Noveno Podcast) es un cómic surgido de la mente del guionista Mark Waid y dibujado por el americano Peter Krause que publica desde Abril de 2009 Boom! (que saca la mayor parte de su pasta de los cómics de Disney-Pixar que publica desde hace un par de años pero que empezó en 2005 muy firme con Zombie Tales).


Waid es de esos guionistas que alternan trabajos realmente interesantes con otros que dejan más frío. Yo, por supuesto, me quedo con las cosas buenas, porque otra cosa sería una tontería (a no ser que te llames Jeph Loeb...), y dentro de esta parte, tenemos lo que, para el autor, es una trilogía (por ahora) que pretende ahondar en el concepto de superhéroe y en el de supervillano con complejidad, tratando de explorar escenarios pocas veces visitados y las consecuencias a todo éso a lo que estamos tan acostumbrados con "realismo". Dentro de ella tenemos:

- Su Kingdom Come para DC [con Alex Ross al dibujo, que metió mano en el guión también], una notable obra sobre lo que es ser un héroe y que, eso sí, tiene un inicio, para mí, un tanto confuso y de premisa débil, pero termina siendo un trabajo muy icónico sobre los personajes más famosos de la compañía.

- Empire para Gorilla Comics primero y luego DC [con el rígido pero agradable Barry Kitson a los lápices], una obra que explora un mundo en el que un gran supervillano a triunfado y acabado con todos los héroes y ahora domina el mundo. Sí, lo que quieren la mayoría de supervillanos: la gracia está en explorar qué ocurre cuando se consigue de verdad.

- Y, por último, tenemos Irredeemable, la serie de la que os voy a hablar hoy, una serie que parte del siguiente punto: ¿Y si el mayor héroe de la Tierra (de nombre The Plutonian, en este caso) se volviera un villano? Por supuesto, lo que se quiere decir es, ¿y si Superman se volviera malo (pero malo, malo)? Pero más allá de éso, el punto de partida real es explorar que en los universos más famosos del cómic, los superhéroes siempre son, suerte para todos, personas con una gran estabilidad emocional y capacitados para lidiar con todo lo que significa ser un héroe. Hablemos de ella.


Irredeemable ha sido una de las series que más me ha sorprendido en los últimos años, que más me ha impactado como lector. Hago esta reseña a tiempo, puesto que Norma va a empezar a publicar la serie dentro de poco en España a finales de Noviembre (aunque, todo sea dicho, decían que iban a traer un primer tomo de cuatro números, después otro en abril y luego otro en septiembre, ya de 2011... lamentable ritmo para una serie que va por el 17 ahora y engancha e intriga mucho), así que alguno así tendrá una idea aproximada previa. Mi consejo, por mucho que algunos me maten, es que la sigáis en versión original y, si queréis ver de qué va el tema, bajaros el cómic en descarga directa y luego opináis si merece la pena comprarlo, que yo creo que sí (y no sólo porque la traducción hecha por los fans, en este caso, no es muy buena: pero es gratis, así que...).

¿Por qué es tan buena? Primeramente, porque el cabrón de Waid teje una historia mucho más compleja de lo que parece en un inicio, y en seguida nos damos cuenta. La colección trata de hacernos acompañar a los antiguos compañeros de The Plutonian en su afán por encontrar una manera de detenerle, algo que no parece posible, porque físicamente es exageradamente poderoso, así que lo que intentan es ir recopilando lo poco que van descubriendo sobre él: ¿es humano? ¿nació así? ¿qué límite tienen sus poderes? ¿dónde está el único supervillano que llegó a atemorizarle? ¿porqué ha empezado a matar héroes y a destruir ciudades? Según avanzan los números, iremos adquiriendo pequeñas piezas de un rompecabezas mayor de lo que parece plagado de violencia y valores corrompidos, personajes que tienen más de lo que parece, miedo, amor, sexo, egoísmo, adoración, desprecio, crueldad... No, no voy a nombrar todas las cosas que se me ocurran :P Donde pretendo llegar es a deciros que esta obra tiene un punto de partida interesante que sólo se hace más interesante cada número que pasa porque descubrimos cosas nuevas y afrontamos las consecuencias y las causas de lo que está ocurriendo.


El dibujo de Krause me recuerda un poco al de Brent Anderson en otra obra que trabaja con arquetipos y no personajes famosos que es, la también interesante y muy recomendada, Astro City de Busiek. Son dibujantes competentes, buenos narradores y sin miedo a dibujar nada aunque no son siempre los más bonitos del mundo, pero hacen un gran trabajo adaptándose a trabajar con una plantilla completamente nueva de personajes. Por un lado, lo que es el estilo de Krause (con relativamente poco trabajo a sus espaldas) me gusta más, me parece más bonito y espectacular que el de Anderson. Por otro, la narrativa a veces es un poco inferior pero donde más, quizá, flojea, es en algunos diseños, que en Astro City eran mejores, pero no es justo, porque el diseño de personajes allí no era de Anderson, sino de Alex Ross, que es un maestro de la ilustración y el diseño. En general, me gusta bastante y, lo que es mejor, nunca molesta a la historia, le sirve muy bien y tiene muy buenos momentos llenos de espectacularidad. Las portadas están hechas por varios portadistas (no sé cuántas portadas alternativas hay por cómic, pero varias), algunos muy buenos como John Cassaday.

En resumen, por si no ha quedado claro, os recomiendo su lectura con muchas ganas porque estoy disfrutando del cómic. Seguro que alguno comenta que quizá hay momentos en los que no va al grano y procrastina demasiado, pero para mí es otro recurso para aumentar la tensión, en este caso. Un cómic adulto, con fondo, divertido, bestia, con sorpresillas y que se puede leer sin haber leído ningún cómic antes, claro, porque "parte de 0" (bueno, parte de 8 y luego te cuenta lo anterior :P).

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