Tras su totalmente recomendable etapa en Supreme (estoy releyéndola, así que por aquí aparecerá tarde o temprano) Alan Moore dijo que quería seguir haciendo un poco más de eso de recuperar el espíritu de los cómics del pasado, esta vez con nuevos personajes y en una nueva línea. Así, nació America's Best Comics (o ABC) que tiene un título sin duda ambicioso y unos resultados a la altura, con colecciones muy diferentes como The League of Extraordinary Gentlemen, Promethea, Top 10 o la que nos ocupa, Tom Strong (colección que se publicó entre junio de 1999 y febrero de 2006, durante 36 números y que tuvo una especie de "spin-off" titulado Tom Strong's Terrific Tales, que duró 12 números).
Y cuando Alan Moore se pone a hacer algo, sea lo que sea, como lo que es, es un producto de alta calidad. Y en este caso no es menos. Aquí nos encontramos ante un retorno al espíritu aventurero familiar más clásico (a veces reminiscente de los 4 Fantásticos, pero que realmente viene de mucho antes con referencias claras a Tarzán o Doc Savage) que empieza con el relato de un matrimonio que termina en una perdida isla con propiedades especiales donde quieren criar a un hijo sin contacto con nadie durante sus primeros años de vida y estimular sus actitudes físicas y mentales al máximo. El resultado es Tom Strong, actualmente casado con una mujer de la tribu de la isla, con una hija y a punto de cumplir los 100 años, científico, arqueólogo, explorador, defensor, padre y marido.
En la colección, igual que introdujo en Supreme, Moore explora el pasado en muchas ocasiones con aventuras de corte muy clásico mientras que en el presente, aún siguiendo este tipo de esquemas, se da más oportunidades para dejar volar la creatividad, como con el hombre modular. Y todo es una maravilla para mi gusto. El regusto de aventuras clásicas que suena familiares, conocidas (nazis, viajes en el tiempo, invasores de tierras paralelas...), pero a la vez nuevas, la sensación de maravillar, el entrenamiento, y esos detalles marca de la casa, como el meta-cómic del primer número (por nombrar uno), todo convierte a esta colección en una impecable historia que nos recuerda a los tiempos mejores de la industria. Supongo que éso intentaba.
Pero la serie no sería tan especial si no fuera por el cuidado apartado gráfico. El ilustrador principal y creador de los diseños es el excelso Chris Sprouse, un dibujante y narrador clásico pero detallista y con resultados de una gran belleza plástica. Personalmente me parece una gozada cada una de sus páginas y lo bien que se complementa y adapta al guión de Moore. Para acompañarle y conseguir crear una diferenciación clara entre escenas del pasado o futuro, acompañan a Sprouse dibujantes de la talla de Art Adams, Jerry Ordway, Dave Gibbons y Gary Frank, que son una garantía de hacer las cosas, por lo menos, bien, aunque, quizá exceptuando el último, no terminan de estar a la altura o de encajar en la colección.
En definitiva, si veis los tomos que publicó Norma (6 tomos de cartoné con toda la colección), no dejéis de echarle un vistazo o, bueno, ya sabéis otros modos de hacerlo. Muchos calificarán ésta de obra menor dentro de la carrera de Moore, y quizá lo sea pero, ¿es justo hablando de quien estamos hablando? Por no decir que no hay un cómic mejor que éste en lo que intenta, así que, si os gustan este tipo de aventuras clásicas, este tipo de homenaje al propio origen de los superhéroes, sabed que esto está escrito por Alan Moore, así que no puede ser malo (sí, lo sé, puede serlo, pero no es el caso).
Y cuando Alan Moore se pone a hacer algo, sea lo que sea, como lo que es, es un producto de alta calidad. Y en este caso no es menos. Aquí nos encontramos ante un retorno al espíritu aventurero familiar más clásico (a veces reminiscente de los 4 Fantásticos, pero que realmente viene de mucho antes con referencias claras a Tarzán o Doc Savage) que empieza con el relato de un matrimonio que termina en una perdida isla con propiedades especiales donde quieren criar a un hijo sin contacto con nadie durante sus primeros años de vida y estimular sus actitudes físicas y mentales al máximo. El resultado es Tom Strong, actualmente casado con una mujer de la tribu de la isla, con una hija y a punto de cumplir los 100 años, científico, arqueólogo, explorador, defensor, padre y marido.
En la colección, igual que introdujo en Supreme, Moore explora el pasado en muchas ocasiones con aventuras de corte muy clásico mientras que en el presente, aún siguiendo este tipo de esquemas, se da más oportunidades para dejar volar la creatividad, como con el hombre modular. Y todo es una maravilla para mi gusto. El regusto de aventuras clásicas que suena familiares, conocidas (nazis, viajes en el tiempo, invasores de tierras paralelas...), pero a la vez nuevas, la sensación de maravillar, el entrenamiento, y esos detalles marca de la casa, como el meta-cómic del primer número (por nombrar uno), todo convierte a esta colección en una impecable historia que nos recuerda a los tiempos mejores de la industria. Supongo que éso intentaba.
Pero la serie no sería tan especial si no fuera por el cuidado apartado gráfico. El ilustrador principal y creador de los diseños es el excelso Chris Sprouse, un dibujante y narrador clásico pero detallista y con resultados de una gran belleza plástica. Personalmente me parece una gozada cada una de sus páginas y lo bien que se complementa y adapta al guión de Moore. Para acompañarle y conseguir crear una diferenciación clara entre escenas del pasado o futuro, acompañan a Sprouse dibujantes de la talla de Art Adams, Jerry Ordway, Dave Gibbons y Gary Frank, que son una garantía de hacer las cosas, por lo menos, bien, aunque, quizá exceptuando el último, no terminan de estar a la altura o de encajar en la colección.
En definitiva, si veis los tomos que publicó Norma (6 tomos de cartoné con toda la colección), no dejéis de echarle un vistazo o, bueno, ya sabéis otros modos de hacerlo. Muchos calificarán ésta de obra menor dentro de la carrera de Moore, y quizá lo sea pero, ¿es justo hablando de quien estamos hablando? Por no decir que no hay un cómic mejor que éste en lo que intenta, así que, si os gustan este tipo de aventuras clásicas, este tipo de homenaje al propio origen de los superhéroes, sabed que esto está escrito por Alan Moore, así que no puede ser malo (sí, lo sé, puede serlo, pero no es el caso).
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