miércoles, 29 de diciembre de 2010

We3, de Grant Morrison

Es maravilloso poder disfrutar de pequeñas joyas, de momentos, de escenas e instantes, concentradas en poco espacio, porque el viaje, si bien corto, se hace intenso y sin un segundo de descanso. Más o menos éso le pasa a We3, la serie limitada de 3 números publicada por Vertigo en 2004 (publicada por Planeta en un tomo de 9 euros), escrita por Grant Morrison y dibujada por Frank Quitely.

La premisa que plantea el guionista escocés es, a partes iguales, "una ida de olla", una genialidad y, en el fondo, un simple paso adelante en lo que podrían ser las tristes aplicaciones de la experimentación con animales. Como sabemos (sino, os lo digo), Grant es un gran defensor de los derechos de los animales y vegetariano, y en muchas de sus obras deja caer sus ideas al respecto. Animal Man fue una colección bastante apropiada para hacerlo antes de convertirla en un viaje para romper la barrera entre la realidad y la ficción, y aquí lo hace también: los protagonistas de la historia son 3 animales (Bandit o 1, Tinker o 2 y Pirate o 3, un perro, un gato y un conejo, respectivamente) modificados por unos científicos que trabajan para el gobierno, con el objetivo de usarlos en diferentes misiones militares.  Cuando comienza la historia, tenemos a los animales realizando su último servicio antes de que el cabecilla del ejército decida que ha llegado el momento de que su "carrera termine". Pero la científica que los ha entrenado, no puede evitar sentir remordimientos y no quiere verlos muertos, lo cual dará lugar a una persecución llena de muerte y acción.

El argumento, como digo, parte de una premisa original e interesante y su desarrollo, puede parecer simple, pero en mi opinión lo que es simplemente magistral y perfectamente engarzado. Si por simple, eso sí, hablamos de historias sin varias historias paralelas, giros completamente inesperados y gran complejidad narrativa, entonces sí, ésta es una historia simple, pero no lo lean como algo malo, sino como que están ante un cómic que se lee muy bien (y que dura demasiado poco, pero quizá sea mejor así, quizá ésa sea su longitud perfecta) y en el que sí hay dos cosas complejas, una de ellas cortesía del señor Morrison, que uno no siempre esperaría ver en una historia así: la pasmosa y aparente facilidad con la que el guión consigue que el lector se encariñe con los protagonistas a través de sus limitado vocabulario y acciones, es impresionante, llegando realmente a importarnos qué les ocurre a los protagonistas y a transmitirnos personalidades y emociones de manera muy directa.


Eso sí,esto no hubiera sido posible sin la colaboración de su compañero en muchas aventuras, de uno de sus amigos más cercanos y, quizá, el dibujante en el que más confía Grant Morrison, y no sin razón, el excelso dibujante de Frank Quitely. Por un lado, sin duda consigue vender a los protagonistas y apoyar el guión para conseguir que les queramos después de pocas páginas. Por otro lado, lleva a cabo un trabajo de experimentación y juego narrativo que es realmente deslumbrante, y siempre sin perder de vista que un cómic es para leerlo, por eso se lee tan bien. Y, por último, tenemos que su dibujo espectacular, imaginativo y enfermizamente detallista, tanto que es incluso posible que sea demasiado para algunos, ya que unir ese detallismo a su famosa absoluta falta de miedo a dibujar lo que sea, nos deja algunas viñetas y escenas realmente perturbadoras.

No es la obra más trascendente del mundo del cómic, pero es una que gustará a una gran variedad de público, tanto experto en el noveno arte como más novato, y una joya que saca lo máximo de su simpleza y consigue tejer una historia emocionante, violenta, cruda y maravillosamente dibujada que termina muy rápido pero, quizá, justo en el momento que debería. Si veis el tomo, regalárselo a alguien o comprároslo, dependiendo de vuestros gustos, pero creo que es un gran regalo. Por cierto, no sé en qué tamaño estará editado, supongo que en el normal, pero son obras como ésta por las que merece la pena hacer ediciones grandes para disfrutar del dibujo.

2 comentarios:

  1. Qué casualidad, precisamente ayer una persona a la que le tengo un cariño especial me lo recomendó. Y acertó.

    Es una historia sencilla, pero en la simplicidad radica su belleza. Es cruda y adorable al mismo tiempo, y con la misma fuerza. Visualmente es exquisita, tengo que comprármela porque la experiencia digital la desvirtúa. En fin, que podría decir muchas cosas sobre We3 pero ya las has dicho todas, por supuesto mucho mejor de lo que yo puedo hacerlo.

    ¡Puedo comentar en tublogdetebeos, quién lo diría!

    ResponderEliminar
  2. Me alegro de que te la recomendaran y acertaran.

    Sí, es lo que digo, es sencilla pero no como un descalificativo y es cierto que es cruda y adorable al mismo tiempo, algo que me parece muy complicado de conseguir, y que pocas veces se intenta.

    Puedes y ¡debes!

    Un beso.

    ResponderEliminar